Por Robert Benítez //EsteNoticia.Com// El reloj marcaba las 11 y 5 minutos de la
noche,la tranquilidad tradicional del Barrio Enriquillo quedo interrumpida
cuando una caravana de vehículos, en su mayoría costosos, se desplazaba por el
sector.
Con música a alto volumen, repentinamente
se detuvieron y un individuo con perfil de pelotero, evidente por sus extravagancias, se desmonta de una lujosa yipeta Gran Cheroki
Laredo ,celular en mano, se dirige hacia el automóvil que le quedaba detrás en
la fila y comienza a vociferar con el celular en los oídos.
Se le escucho decir con voz muy fuerte--Donde está, Donde está-- te esperamos aquí
cerca de la Clínica Macorix, todos
apostados casi en medio de la calle, mientras residentes del barrio que estábamos dentro
de nuestras casas y con deseos de salir también,
observábamos el espectáculo con Asombro
e Impotencia.
Acto seguido, el personaje se tranquilizó y comenzó la espera de la o las personas que allí se encontrarían con ellos, quien sabe si para dirigirse a un gran Paty o para concluir el que estaban celebrando, a pesar del toque de queda que había comenzado este domingo desde las doce del mediodía y con libre tránsito hasta las tres de la tarde.
Sin importarles la prohibición que está
establecida para ese horario, sin importar que se encontraban en una zona
residencial y al lado de una clínica, la música Reggaetón siguió sonando a alto
volumen mientras más de diez carros seguían en fila y con sus motores
encendidos.
Luego de unos minutos de espera con el
panorama antes descrito, parece que la persona a quien esperaban llegó y hubo una separación
de la caravana, algunos siguieron en dirección al Coliseo Pepe Mallen y otros
se desviaron por la calle Casimiro
Heureaux de la citada barriada. Fin de la cita, no se volvió a saber más de
ellos.
Es evidente que para violar el Toque de Queda y desafiar a su vez a las autoridades, hay algunas condiciones que se deben reunir , entre ellos por ejemplo, holgura económica, buenas relaciones o ser pelotero, que en este caso las reúne las dos.
Quizás algunas de las reacciones de
muchos ciudadanos pobres, encuentren sustento en esa impotencia que los embarga, cuando pueden apreciar que el recogimiento solo aplica a algunos parroquianos y
no a todos como lo establece el dichoso decreto presidencial.
No
apareció o no quiso presentarse en el lugar una patrulla de la policía, para
hacerle frente a esta situación que demuestra una vez más lo selectivo que
suele ser el patrullaje.
Si tienes dinero o buenas relaciones
salga, no importa, que a usted y al virus le buscamos la vuelta
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