Por Robert Benítez//EsteNoticia.Com// La noche de este miércoles 4 cuando nos disponíamos a acostarnos dando los últimos suspiros del día y después de haber tenido un día LLuvioso y Oscuro prácticamente durante mas de 10 horas, es suspendido lo que ellos llaman servicio, como para recordarnos donde vivimos y cuan desgraciados somos.
Los que maldicen lo hicieron, los que se incomodan le dieron riendas sueltas a su rabia, los que suspiran de impotencia dejaron salir un sollozo y los mas conservadores expresaron un Gracias Señor o un Bendito Sea Dios, finalmente todos nos fuimos a la cama con la amargura de no contar con energía eléctrica.
En definitiva, parece una pelicula de terror, un libro de capítulos interminables, una carretera llena de curvas peligrosas, o en el caso en cuestión una actividad comercial fraudulenta que nadie enfrenta, solo el impotente usuario.
Quizás somos el único país donde nos hemos acostumbrado a rogar para que una empresa a la cual le pagamos con crece para que nos brinde un servicio tan vital como la energía eléctrica se haga de la vista gorda ante la indiferencia de quienes han apadrinado el fraude.
Hay una generación que si nó morimos seguiremos albergando la insípida esperanza de que este país sea gobernado por un personaje como Nayib Bukele que ponga las cosas en su sitio,que llame las cosas por su nombre, que no le haga coro a los estafadores, que entienda que los dominicanos estamos por encima de todo y que enarbole que la energía eléctrica que reclamamos es pagada y no regalada.
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